Con esto de los transgénicos, los calores, los incendios, la Niña y sequía, la falta de tambores, precio y mercado para nuestra miel, había abandonado el seguimiento del tema de las ordenanzas municipales apícolas y el trabajo que está haciendo el grupo de "las 1400" con el estudio de abogados Ferrada Nehme que patrocina la reclamación ante la Contraloria.
Volví a llamar a mis fuentes y me remitieron la última comunicación del pasado 03 de enero 2012.
Interesante.
Interesante tanto la defensa que hacen los municipios de sus ordenanzas apícolas, como la formalización que quiere hacer ese grupo de apicultores grandes, constituyendo una Asociación Gremial de Empresarios Apicolas - ASEAP con el objeto de reunir y fortalecer el sector de los empresarios apicolas.
Lo que es lamentable es que no seamos capaces de enfrentar este tema del Ordenamiento Territorial de forma civilizada, sin demandas, poniéndonos de acuerdo. Si el sol sale para todos, y en Chile cabemos todos.
Pero parece que no está en el ADN de los apicultores buscar lo que nos une, y nos quedamos pegados en lo que nos des-une.
¿Porqué no gastar esos recursos en estudiar un proyecto Ley Apícola que le de ordenamiento permanente al sector?
Los grandes contra los chicos, los fijistas contra los transhumantes, los nortinos contra los sureños y viceversa.
Los únicos que ganan con todo esto (además de los abogados) son los fruticultores y los municipios.
En fin, seguiremos observando, pero es lamentable, tanto las ordenanzas que limitan el movimiento y trancan el desarrollo del sector, como la defensa emprendida por el grupo de las 1400 - que sólo destruye y no construye.
Necesitamos una Ley Apícola que nos reúna y nos ordene.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario