A fines de enero les contaba que decidimos dar vacaciones a la tropa por falta de miel. Yo pensaba sacar los cachos pendientes mientras avanzaba en el huevo para alojar a mis hijos.
Y de los cachos pasamos a los cachotes. Que lata cuando las cosas no salen como deberían salir. Que lata la incompetencia humana y que mayor lata cuando no se tiene el control o la capacidad para cambiar el rumbo de los acontecimientos.
La bomba de miel que importamos de España se demoró muchos días en llegar a Santiago por problemas del transportista de allá, luego en Bogotá y problemas de aduanas acá, allá y en colombia, y cuando finalmente llegó a Chile el transportista local la mandó a Puerto Montt, y la agencia de Temuco la tenía perdida por 3 días. Ya llegó (10 días más tarde) y promete ser un chiche que llenará un tambor en menos de 10 minutos. Si así funciona nos debería permitir pasar 100 alzas por hora. Ya les cuento. Falta instalarla (cañerías e instalación eléctrica) y aprender a usarla. Es una moderna bomba peristaltica.
El repuesto para Homero, porque al final de la jornada pasada nos falló el Homero, una falla que según el fabricante es primera vez que les pasa después de cientos de Hummer que han construido, bueno ese repuesto, que nos enviaron gratis los fabricantes, se demoró 5 días en lograr pasar de Santiago a Temuco y nos costó entre pitos y flautas burrocráticas 100 lucas.
Y para colmo de los cachotes, el seguro del transportista accidentado con nuestras colmenas, no cubre carga viva, así que hay que explicarle a un desinformado liquidador de seguros como valorar la parte muerta de las colmenas perdidas. Ni pensar en cobrar la miel no producida.
Por eso que podemos atacar con 15 días de retraso "por fuerza mayor" la cosecha anterior y dejamos a tiempo las colmenas juntando Ulmo.
Yo fui el domingo pasado a inspeccionar y la miel seguía ahí; había algo de Hidrangea, otro poco de Lotera y un pichintun de Tiaca y Luma. No creo que nos demos la lata de separarlas y saldrá un blend multifloral.
Las colmenas seguían hermosas, llenas de abejas, llenando dos a tres cuerpos. Sin varroa deberían agarrar lo que nos de la montaña.
El avellano está exuberante esta temporada. Recién comienza notarse la Vara de Oro y el Ulmo está partiendo. (Nota mental: debo leer los posteos veraniegos de años anteriores y hacer calendario de floraciones en la montaña y cachitos mecánicos).
No se ve muy generoso el Ulmo, pero espero que con estas lluvias, que aportan al retraso en retomar la cosecha de miel, puede significar un buen riego y que finalmente el Ulmo se destape y recuperemos los kilos no producidos a la fecha.
En todo caso, esta lluvias marcan la llegada del otoño, el Ulmo es una floración de otoño, un killer crop, y las abejas deben aguantar las bajas de temperaturas mínimas.
Luego de cosechar se quedarán sólo con un alza estirada. Con estas temperaturas nocturnas y lo floja que se ve la floración del Ulmo se ve imposible pedirles más de un alza a las colmenas, incluso a aquellas que hoy están en 3 cuerpos. Mejor apretadas y recién a mediados de marzo evaluar si vale la pena poner otra alza intercalada en las pocas que sigan con buena cantidad de abejas.
Este año el inicio del estiaje, que marca la floración del goldenrod, calza con el inicio de la floración del Ulmo, lo que es bueno. Nos permitirá mantener la postura de la reina vía PanapiGluten y sacar una buena población invernal que reemplace a las abejas que se sacrifican por juntar Ulmo en adversas condiciones meteorológicas.
Pese a que el Monoxalato funciona, igual curaremos con Biotab y así nos podemos saltar hasta septiembre/octubre la próxima cura. Nutrir a las abejas ahora y fomentar la postura de la reina es una fabrica de varroas, de las pocas que quedan, pero que serán muchas para esa fecha si no hacemos algo ahora.
Si todo sale como pensamos no tendremos mucha pega con las abejas en invierno y nos podremos dedicar a emparafinar material.
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