Hace tiempo atrás conversábamos con Randy Oliver y Peter Detchon de cómo distinguir entre un buen y un mal apicultor. Y como siempre, cuando juntas a tres apicultores terminas con infinitos puntos de vista.
En lo que si concordamos es que el mejor apicultor es aquel que tiene abejas para la venta en primavera. Colonias de abejas más allá de las que el apicultor requiere para su propia producción. Reinas fecundadas invernando en nucleos de fecundación. Los mismos nucleos con su reina. Abejas vivas para la venta.
Frente a la crisis actual de la apicultura nacional y al evidente déficit de colmenas para polinizar, el mercado está en pleno movimiento. Como nunca la demanda está instalada desde temprano intentando asegurar colmenas y como nunca los precios están al alza. Como nunca los apicultores no quieren polinizar.
Los colegas para Paltos están pidiendo entre 24 y 35 mil pesos por colmena, cuando antes pedían entre 15 y 21 mil. Se mantienen las diferencias de precios en base a la topografía y accesibilidad, pero hoy son muchos los colegas que francamente no están dispuestos a seguir maltratando la vida en esas pendientes y de frenton no aceptan precio si la topografía es muy escarpada.
Hoy la apuesta más segura para muchos colegas es la Ruta de la Miel. En vez de colocar las abejas a polinizar en octubre y noviembre prefieren ir a las Canolas/Raps de entre Los Angeles y Malleco, lo que los acerca un paso a la gran apuesta de mieles de praderas y bosques más al sur. ¿Cuándo comenzaremos a exigir un pago por esa polinización de oleaginosas?.
El precio de cierre de la temporada que termina estuvo cerca de los us$4 por kilo de miel a granel (más iva, más flete, más tambor), lo que junto a la expectativa de una temporada más húmeda que la anterior, tienen a la mayoría de los colegas pensando en la miel. Bastan 20 kilos para que el resultado sea mejor que una polinización bien pagada.
Si consideramos que la demanda por polinización se encuentra incluida en la zona de influencia de los semilleros transgénicos y donde se aplica la mayor cantidad de agrotóxicos, entonces hay aún menos interés en trabajar allí las colmenas. Mayor riesgo para las abejas y mayor riesgo de estigmatizar la miel.
Finalmente los colegas tienen a la vista los resultados de la temporada anterior, que ya fue para muchos el golpe de gracia. Una nueva, ya la cuarta o quinta, temporada mala para muchos resultan en una gran mortandad de colmenas y falta de caja para poder seguir financiando el alimento necesario para reconstruir el plantel. Muchos están quebrados y ante todo deprimidos ante tanto año malo.
Así las cosas, los socios de Apizur, nos han solicitado hacer crecer el plantel al doble para atender, a partir de esta temporada, la demanda de polinización de los Paltos de Cabildo, Petorca e Illapel.
Los paltos del norte florecen en paralelo a los arándanos del sur, entonces no se pueden usar las mismas colmenas. A las 2100 colmenas con las que polinizamos arándanos en La Araucanía, ahora tenemos que sumar 2300 colmenas que demandan los paltos nortinos.
Y de aquí viene la satisfacción de sentirse un buen apicultor. Nos sobran 380 colmenas con las que podemos iniciar la multiplicación para lograr la meta buscada.
Estamos en invierno y no hay casi tiempo para multiplicar, sobre todo no hay zánganos para poder fecundar las nuevas reinas. Ha estado frío con el consecuente retraso de las colmenas. Recién tendremos zánganos a finales de agosto (con suerte).
Y aquí aparece el Mejor Apicultor, aquel que tiene invernando reinas fecundadas para poder venderlas a los colegas en necesidad. En este caso nosotros compraremos sobre 500 reinas a fines de Agosto para completar nuestro plan de crecimiento. (También compraremos las abejas y material de dos proyectos apícolas fracasados).
Ante esta crisis de polinización que enfrenta el país, el mercado reacciona de diversas formas. Por un lado suben los precios de polinización, los que compiten con el alza de los precios de la miel y la escasez de lugares “limpios” donde producir. Por el otro, aparecen nuevos apicultores o se concentra la propiedad en aquellos mejores y más grandes dispuestos a seguir apostando por esta actividad.
Falta ahora un decidido apoyo estatal en la forma de exenciones tributarias que le permitan al rubro bajar sus costos. Sería lindo que el Gobierno pase una ley que nos exima del IVA y especifico al combustible. Sería lindo que nos quiten los impuestos de importación e IVA de los insumos (azúcar, acaricidas).
Esta ayuda para los apicultores que estemos registrados en el SAG, será vital para poder sostener la actividad y seguir sirviendo al Chile Potencia Agroalimentaria.
Se nos viene el Simposio Apicola Nacional del 24 al 26 de julio en Temuco, estos y otros temas serán los que se discutirán.
Al menos ya sabemos que el Ministro Furche tiene clara la importancia de las abejas. Ya dijo que “sin apicultura no hay agricultura”, ahora falta que nos pongamos de acuerdo en cómo ayudan al rubro de forma concreta.
Por ahora colegas, firmes con los precios de polinización y no descuiden sus abejas.
Esta temporada sí que sí. ¡!!!
Update: Se cayó una de las apicolas a comprar. Hay que comprar el doble reinas y encargar más material nuevo.
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