jueves, julio 28, 2011

Inserción AGEM Chile


Se me pasó una inserción en la Revista del Campo del Lunes recién pasado que hizo la Asociación de Exportadores de Miel de Chile. El tío Julio me manda el dato desde Los Angeles, región del Bio Bio.

Es lamentable que se tenga que llegar a una inserción en el Diario porque la prensa no hace juicio de la noticia, pese a toda la información que le hemos filtrado a la editora de la Revista. Al parecer como dicen los estudiantes, El Mercurio aún miente ...

RESTRICCIONES NO ARANCELARIAS AFECTAN EL MERCADO DE LA MIEL EN EUROPA

Preocupación existe en los agentes productivos y comerciales de la cadena de la miel en Chile, debido a la incertidumbre que generan las restricciones no arancelarias de los principales importadores europeos.

Desde la temporada apícola 2008-2009 compradores alemanes comienzan a restringir compras aduciendo presencia de Alcaloides Pirrolizidinicos (PA) en algunas mieles, estas sustancias están presentes en varias especies de plantas melíferas en Chile y en diversos países de importancia apícola internacional, entre los cuales están Argentina, Uruguay, Brasil y México por nombrar algunos.

La inquietud y preocupación de los Exportadores de miel chilenos se ha profundizado durante estos meses por el posible fallo negativo del Tribunal de la Unión Europea, respecto de la demanda de un apicultor Alemán que acude a los tribunales por considerar que el maíz transgénico que se cultiva a unos 500 metros de sus colmenas ha contaminado la miel y el polen que utiliza para la venta y el consumo familiar, lo cual le restringe su venta, en tanto se sabe que la justicia europea considera que cualquier alimento que contenga alguna cantidad de producto transgénico por ínfima que sea y se haya introducido de manera voluntaria o no en el producto debe tener una autorización especial para alimentos modificados genéticamente.

De prosperar estas restricciones afectarán negativamente el principal mercado de nuestras mieles, lo que trae como consecuencia una pérdida económica en una industria integrada mayoritariamente (sobre un noventa por ciento) por micro y pequeños empresarios, que han sostenido el desarrollo de este rubro y han hechos esfuerzos para avanzar en un proceso de modernización, inversión y profesionalización de la cadena, lo cual se ha traducido que en Chile hayamos pasado de producir un promedio histórico de 5000 toneladas de miel por año hasta la década del 1990 a producir 12000 toneladas por año en la década que termina.

Además existe el riesgo que al restringirse el mercado europeo, muchos de los pequeños y medianos productores abandonen el rubro, lo que hará caer en forma significativa el número de colmenas existentes en el país disminuyendo la capacidad polinizadora, haciendo en consecuencia, peligrar la producción hortofrutícola de la nación.

Con respecto a los alimentos transgénicos es de público conocimiento que al día de hoy no se ha demostrado ningún daño para la salud humana por el consumo de este tipo de producto, por lo que requerimos actuar con una mirada de país para avanzar en la defensa de nuestras mieles, sumando a la institucionalidad pública, Universidades e Institutos de Investigación a fin de entregar respuestas con sustento científico respecto de las restricciones que nos impones agentes económicos europeos.

Finalmente no podemos callar frente a la compleja situación comercial que se nos avecina, es importante mantenernos informados, evaluar rigurosamente las futuras inversiones y definir en conjunto estrategias para enfrentar las próximas temporadas.

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